miércoles, 11 de noviembre de 2009

Capital Humano. La formación

El Capital Humano es "la valía de una persona como trabajador", es decir, lo que vale a la hora de acercarse al mercado laboral. Depende de su formación, experiencia y educación, además de el talento. Es algo que debe y puede mejorarse.

Es obligado para el trabajador incrementar su valía, pero también para el empresario facilitar la mejora continua de sus trabajadores, logrando de este modo que lo que ya tiene, cada día valga más. Claro que si ese trabajador más formado abandona la empresa se lleva consigo su valía.

El empresario no deberá tener miedo a esto, simplemente deberá dotar a su empresa de los medios para facilitar el que el trabajador tenga "sueños de futuro" en la empresa, por que, cuando alguien está motivado por su trabajo, siente que le valoran y recibe una remuneración acorde con su valía, no creo que esté dispuesto a perder lo que tiene. Y, su empresa, ¿está dispuesta?


Si te gusta el deporte o la empresa y si quieres aumentar tu capital humano, estás invitado a participar en la próxima edición de "Los debates de San Agustín", con Pepu Hernández. Será el viernes 13 de noviembre a las 21:00 en la Cafetería El Azul (c/Padre Damián, 21). Debido a lo limitado del aforo y a la expectación generada, para acudir es imprescindible solicitarlo mandando un correo a sanagustinmadridbaloncesto@yahoo.es.


Escuchando a los mejores (¡Pepu y Jota los son!) serás mejor, incrementará tu capital humano, tu empresa, tu equipo, no que querrá perder...

domingo, 8 de noviembre de 2009

Hacer valer lo que se paga

A nadie le resulta extraño pagar por algo lo que vale, aunque esto no es algo que siempre ocurre. Pagar a un trabajador en base a su nivel de productividad, de tal forma que se le de un sueldo acorde con su rendimiento, es algo instaurado en nuestros pensamientos.

Marx hablaba de cómo la explotación de la burguesía sobre el proletariado se basaba precisamente en la divergencia entre lo que se le daba al trabajador y el valor de lo que este producía. A esta diferencia la llamaba plusvalía.

Bueno, pues aunque puede parecer extraño, hay una teoría que se basa en la divergencia opuesta: que sea el trabajador el que reciba un precio superior a su trabajo. Es la “teoría de los salarios de eficiencia”.

Como el trabajador puede pretender igualar lo que se le da con lo que da, ¿por qué no intentar igualar al alza en vez de igualar a la baja? Es decir, le damos más de lo que vale en espera de que el trabajador algún día nos de algo del mismo valor que lo que le entregamos.

Además, es más fácil así conseguir que el trabajador valore lo que tiene y luche por no perderlo. Con todo esto tal vez consigamos sacar lo mejor de nuestros trabajadores.

Señores empresarios, huyan de la tacañería, que tal vez y por imitación, los trabajadores también lo hagan.