jueves, 16 de febrero de 2012

El Marketing de la lógica


Hacer buen marketing no debe estar reñido con un coste bajo. Pero es cierto que determinadas acciones nos exigirán un esfuerzo económico que no debe ser negociado. Ofrecer calidad y dar respuesta debe ser siempre nuestra máxima. Pero no hay que unir necesariamente esto a una gran inversión. El ingenio y nuestro saber hacer debe ser nuestra mejor arma. Ver aquello que otros no ven o verlo antes.

Las acciones deben tener miras largoplacistas, que justificarán inversiones  a lo mejor a primera vista injustificables. Para hacer bien las cosas deberemos muchas veces ir más allá de lo obvio.

Debemos evitar acciones que supongan un despilfarro sin fruto compensatorio posterior claro y que nos lastren la posibilidad de invertir en lo necesario. Muchas empresas están cayendo en la actualidad al son que marca unos costes innecesarios y absurdos que han actuado como lastre de su posible crecimiento.
Aspirar a crecer y ser grande requiere de inversiones, pero estas deben ser meditadas y con lógica. Creo que en temas de marketing se están haciendo verdaderas locuras sin sentido indefendibles ante el tribunal de la lógica.

Otro error también bastante frecuente es agredir al consumidor y luego esperar algo de él. Hay acciones sencillas y poco costosas aparentemente que invitan a ser llevadas a cabo, pero que menoscaban nuestra imagen y condicionan el futuro. Persuadir es convencer para vencer. Invadir es atacar para obligar a salir huyendo. No espantemos a nuestros clientes por falta de ingenio. Atraerles puede resultar sencillo y es un reto. Repescarles suele ser complejo y en ocasiones supone una victoria pírrica.

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