MI AMIGO PABLO
Tengo un amigo que se llama Pablo. Un día decidió competir. Decidió luchar, decidió intentar ser mejor que los mejores. Jugaba en un equipo, con Mike y Danko. Apostó con ellos, soñó.
Decidieron ver quién era capaz de meter más triples seguidos a lo largo de la temporada (claro, jugaban al baloncesto, pero esto es lo de menos…). ¡Qué ambicioso mi amigo Pablo! Con lo buenos que eran Mike y Danko…
“Ganó Danko, creo que metió 44. Y Mike 41. Yo me quedé en treinta y pico”. Yo estoy seguro de que se acuerda de cuentos metió…pero creo que se avergüenza de decirme el número, le parecen pocos…y a mi me parecen un montón ¡Treinta y pico no los mete un cualquiera, solo un grande!
Claro que mi amigo Pablo no luchaba contra Mike ni contra Danko…en verdad mi amigo Pablo luchaba contra Pablo, contra si mismo, contra su capacidad de mejora. Luchaba por ser cada día un poquito mejor, porque cuando mejoras un poco cada día, todos los días, al final siempre serás mucho mejor que al principio, con independencia de que los haya mejores, como Mike y Danko lo eran. Porque lo eran. Pero cuando aspiras a llegar a lo más alto, al final marcas una tendencia, que, con independencia de los logros concretos, te lleva por la senda de la excelencia.
Porque es sin duda lo que él buscaba, “la excelencia”. Bonita palabra, muy usada, de moda en el mundo empresarial y que genera atracción. Buscar la excelencia es soñar con un futuro mejor, pensar en grande, recorrer el camino con ambición, sin miedo, sin temor a no alcanzar la meta que persigues, pues lo que deseas es disfrutar de ese camino que te has preocupado que sea especial y de, al recorrerlo, ir acompañado de los mejores y poder crecer con ellos, como hacía mi amigo Pablo.
La excelencia no es algo de un día. Es algo del día a día, que se consigue con buena compañía, tratando de rodearse de auténticos profesionales del compromiso, no teniendo miedo a la competencia, sino creciendo con ella, utilizándola como fuente de inspiración para la mejora. No hay que tener miedo a que alguien ocupe tu puesto, hay que disfrutar de estar con gente que mejore tus capacitaciones y aspirar a aprender de ellos y utilizarlos como motores para generar esa autoexigencia necesaria para la mejora continua.
"No intento bailar mejor que nadie. Sólo trato de bailar mejor que yo mismo". MIKHAIL BARYSHNIKOV. Frase extraída de www.jgbasket.com
Soy amigo de Juanjo y me llamo Pablo. No me acuerdo contra qué luchaba entonces. Se que ahora lucho junto a Juanjo por hacer del baloncesto colegial una forma de vida. Tardaremos en conseguirlo, pero será difícil parar. Es divertido, y es necesario.
ResponderEliminarUn abrazo.