Cuando les hablo a mis alumnos de 1º de Bachillerato del colegio Areteia (COLEGIO ARETEIA) de la deflación, les cuesta aceptar que no es algo bueno para una Economía. Que los precios puedan bajar lo ven como algo positivo para sus bolsillos, algo que les permite comprar las cosas que compraban antes, pero más baratas, permitiéndoles usar el dinero extra para ahorrar o para afrontar nuevos gastos extra…A simple vista parece solo eso.
La deflación es una bajada generalizada (afecta a los precios de los bienes y servicios en general) y sostenida (se mantiene en el tiempo) de los precios de una economía.
Que esto ocurra genera que las personas, ante la expectativa de que los precios sigan bajando, decidan reducir su consumo actual. Si hoy es más barato y espero que en el futuro lo siga siendo más, es fácil de entender que estemos dispuestos a esperar a comprar. Las expectativas frustran el consumo y es precisamente el consumo el que hace una Economía apunte en una dirección u otra. Si la gente consume menos, la producción se frenará y es esta la variable a la que recurrimos para hablar de crecimiento económico, en concreto su medición mediante el PIB. La explicación de la espiral negativa en la que entramos con la deflación es sencilla: si la gente consume menos ante las expectativas de bajadas posteriores de los precios, las empresas lógicamente deberán, en respuesta a ello, producir menos. Si producen menos necesitarán a menos trabajadores, los cual provocará despidos y una reducción en las contrataciones. Esto limita las posibilidades de consumo de las familias aún más y con ello obliga a las empresas a seguir reduciendo su producción… ¡Como sea habrá que poner freno a esta espiral devastadora!
Comienza a haber rumores sobre la bajada de los precios dentro de la Economía española. Algunos, con razón, se están echando a temblar. La bajada de los tipos de interés decidida por el BCE, el guardián de la inflación, trata de luchar contra esta posible bajada. Si los tipos de interés bajan, la teoría nos dice que con unas hipotecas más baratas y unas mejores posibilidades de financiación para empresas y familias, el consumo debería aumentar.
El Banco de España ya ha lanzado su mensaje de que no hay riesgo de deflación. Los mercados reaccionan ante lo que esperan y muchas veces las reacciones antes estas esperanzas provocan que ocurra lo que el que habla dice que va a ocurrir, lo digo con o sin argumento. Es el efecto Pigmalión aplicado a la Economía. El que sabe el efecto de la profecía auto cumplida. Es el “Si puedes soñarlo, puedes hacerlo” de Walt Disney, que algunos utilizan para tratar de llevar la Economía a donde les gustaría que fuera.
Unir la deflación a una falta de crecimiento es algo que no nos podemos permitir. Veremos que nos depara el futuro y se los que hablan nos convencen de lo que nos quieren convencer.
sinceramente, este argumento contra la deflación es muy pobre ... ¿realmente el consumidor deja de consumir porque ha bajado un 1% un producto?, ¿y los productos que consumimos suban o bajen, también es mala la deflación para el pan, la gasolina o la vivienda? ... lo curioso es que éste es el único argumento que aparece por un lado y por otro, ... sostengo lo contrario, la deflación es buena, muy buena, para las clases populares ... y mala, muy mala, para quienes transforman inflación en crecimiento, ... ¿habéis visto alguna vez que den el dato de crecimiento del PIB descontando la inflación? ... con lo fácil que sería hacer la restita, y no la hacen nunca ... claro.
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