DE PASIONES Y MOTIVACIONES
“La pasión es algo contagioso”. Hace años que oí esta frase.
La incluyes entre tu listado de frases casi por obligación, pues suena bien. El tiempo la da la razón y en tu bagaje pronto observas como cada vez que te apasionas por algo ocurren grandes cosas a tu alrededor, aunque con frecuencia estás demasiado ocupado para darte cuenta.
Un amigo comentaba hoy (el otro día) como se enfrenta en su trabajo a gente que con 50 años considera que ya ha trabajado demasiado y que por eso actúa como un funcionario (que le perdonen los aludidos, pues su comentario no parecía vislumbrar que este comportamiento fuera visto como algo positivo) en espera de ser despedido e indemnizado. Otro amigo contestaba, casi ofendido, que tal vez en su empresa no le había sabido motivar. Tal vez no le faltaba razón…o sí.
El caso es que casi siempre buscamos en el exterior algo que nos de la fuerza interna que creemos nos falta, como si nosotros no pudiéramos ser dueños de nuestro propio destino, como si el trébol de la buena suerte fuera a ir a nacer en aquel lugar “de no se donde”. ¿Habéis oído hablar de ser proactivo? Seguro que sí, está de moda.
Bueno, es cierto que un empujón no le viene nada mal a uno. De hecho he descubierto que me gusta mucho (y me motiva) que me recuerden con frecuencia lo bueno que soy…¡ya está bien de tener cuidado de no abusar de los refuerzos positivos, “no vaya a ser que te relajes”!
El tener 17 años no tiene que estar reñido con el sentido común y el decir cosas con criterio. Recientemente alguien de esa edad me “recomendaba” tener más tacto con otra persona y decirla lo bueno, mostrarla que estoy ahí y estar dispuesto a motivarla. Bueno, puedo reconocer o no que estaba en lo cierto…pero lo estaba.
Cuantas veces hemos soñado con algo que la falta de un motor movilizador ha dejado en nada. Ese motor puede venir de fuera, pero si no es así, no deberíamos dudar en buscarlo dentro. Si conseguimos combinar una fuerza interna con un impulso externo, seguro que nadie nos podrá poner límites. Y a soñar.
Como mi amigo Antonio, parafraseando a otro gran Antonio me recordó el otro día, entre muses, pacharanes y Escocias – Inglateras, “Toda la vida es ahora” y no creo que merezca la pena dejarla escapar por no haber sido capaces de apasionarnos…
Un amigo del nombrado le contestaba, “El rugby es pasión”…y el fútbol y viajar y mi empresa y…¡todo aquello por lo que te quieras apasionar!
Apasiónate por algo y observa (y disfruta) lo que pasa a tu alrededor. Y si no lo consigues y de trabajo hablamos, dile a tu jefe que pruebe a ayudarte en tu objetivo. Convéncele que le resultará rentable (ya sabes, si no, no interesa).
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